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Nuevos proyectos: tropezando con la misma piedra

by Miguel Rodríguez3 febrero, 2016

Si el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, en nuestro sector no vamos a ser una excepción. Y digo esto por uno de los grandes problemas del mundo de la música y que ha causado en parte

la situación a la que nos enfrentamos hoy en día – falta de liquidez, amenaza de cierre de orquestas, reducción del número de conciertos – es la excesiva dependencia del capital público.

No es ningún secreto que cualquier proyecto cultural que ha funcionado o funciona en España lo hace porque es apoyado por una institución pública… pero este artículo no está orientado a criticar el uso de capital público, que es más que necesario – sobre todo en los inicios – si tenemos en cuenta el modelo adoptado en nuestro país.

Sin embargo se ha demostrado que las instituciones no pueden sostener todo este tinglado – así estamos como estamos – lo que nos obliga a partirnos la cabeza a la hora de sacar adelante nuevas ideas. Por eso me sorprende leer que el director de un nuevo proyecto musical que nace en nuestro país, diga que su plan es entrar en redes de teatros para hacer más accesible el pago a los ayuntamientos, lo que refleja una doble necesidad de dinero público. Y si eso falla, ya pensarán en la taquilla como solución. Resumiendo: volvemos a tropezar en la misma piedra.

La #cultura vuelve a tropezar con la misma piedra Clic para tuitear

No digo yo que el razonamiento sea disparatado, sobre todo con la afianzada costumbre que tenemos de buscar subvenciones para iniciar proyectos. El problema es que ese planteamiento te coloca de nuevo bajo la espada de Damocles del capital público, algo ciertamente anacrónico cuando la “norma” que se trata de imponer actualmente es la de los 33% – 33% de taquilla, 33% de patrocinio y 33% de subvención.

financiación-proyectos-musicales

No quiero decir con esto, repito, que un proyecto así planteado carezca de sentido o fundamento, pero la situación actual no invita a depender enteramente de subvenciones para hacer conciertos, cuanto más si “sólo” se hacen conciertos. Es momento de ir más allá logrando o bien un gran resultado económico que permita subsistir sin necesidad de contar eminentemente con apoyo público – sueño con encontrar la manera de crear el Cirque du Soleil de la música clásica – o bien optar por hacer “algo más” con la música. Hay un enorme campo de posibilidades sociales y terapéuticas para desarrollar a través de este arte, el llamado “lenguaje universal”, trascendiendo así las propias motivaciones de disfrute y dando respuesta así a necesidades de la ciudadanía.

Dicen que crisis es igual a oportunidad, y es ahora cuando hay que demostrarlo renovando modelos agotados y creando otros nuevos para responder a los retos que la sociedad nos lanza cada día. Manos a la obra y a por ello.

Miguel Rodríguez
Fagotista, escritor y gestor cultural. Director técnico en la Barbieri Symphony Orchestra y colaborador en Conciertos Vitoria S.L.

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