Componer desde un columpio
Esperar en sí suele ser bastante aburrido. No hablemos, entonces, de esperar el autobús urbano en esas marquesinas en las que, a veces, casi ni puedes sentarte. Pues en la ciudad de Montreal, en Canadá, han decidido que se acabaron las esperas soporíferas y por eso han sustituido las tradicionales marquesinas por columpios. Sí, COLUMPIOS, como los de los parques infantiles. ¿Qué te parece? Ni que decir tiene que los montrealeses están encantados ¡Como para no estarlo!
La iniciativa ha surgido del colectivo canadiense Daily Tous Les Jours que tuvo esta genial idea llamada «21 Balançoires». Así que eligieron una de las calles más concurridas de Montreal y sustituyeron sus marquesinas por 21 columpios.
Y no queda ahí la cosa, porque al columpiarte, se producen una serie de notas musicales de xilófonos y pianos y se pueden componer melodías. Así que, además de diversión, esta iniciativa puede sacar la vena creativa de todos los usuarios del bus urbano.
Hay que sumar otro beneficio más. Desde que se encuentran en pleno centro de Montreal, se ha percibido que la gente que están en estas peculiares paradas divirtiéndose como un niño, se relacionan mucho más que antes con los otros usuarios.
La estructura fue diseñada por Luc-Alain Giraldeau, profesor de la Faculdade Université du Québec y conocido por sus creativas obras. Con ésta en concreto, lo que pretendía era hacer que personas desconocidas cooperaran e intentaran componer una melodía. Y, evidentemente, ha cumplido su objetivo, ya que, además, ayuda a evadirse y olvidarse del estrés cotidiano tan arraigado en las grandes ciudades, aunque sea tan solo por unos minutos.
Si un día tu ciudad amanece llena de columpios, toboganes o cualquier cachivache típico de un parque infantil, ¿te subirías para componer una bonita melodía?