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Mentiras y verdades de la música clásica

by Mario Mora18 agosto, 2015

Avanzaba el mes de Julio y me encontraba yo inmerso en música. En las verdades de la música. En esa honestidad de la búsqueda del arte en la música que tan difícil es de encontrar, y que tan barato se paga luego.

Y en esa zambullida musical, en uno de esos días de buceo en notas, partituras y compositores acabé, borracho de pentagramas y casi por inercia, en la primera fila de un fantástico auditorio que, repleto, esperaba la actuación de los protagonistas – todos ellos profesionales, con grandes apellidos e interminables biografías. Así de agrandados salieron, con zapatos de orgullo, impetuosos y con la frente en alza. Sonrieron, saludaron y se sentaron. Se creó el silencio. El pianista precisó un gesto, aquello empezó y yo… no me lo podía creer. Estábamos ante las “mentiras de la música”.

Las piezas (todas ellas elegidas para el “aplauso fácil”) se sucedían, las gesticulaciones exageradas dominaban la escena, y la teatralidad se impuso ante una interpretación vacía, sin ninguna preparación y sin ningún contenido musical. Todo ese espectáculo hiperbólico tuvo su recompensa; los aplausos llenaron el voluptuoso espacio y los bravos sonaron roncos e interminables en las voces emocionadas del público. Yo miraba a mi amigo “el Húngaro”, sentado a mi izquierda, y él miraba al suelo. Los dos debíamos estar pensando lo mismo.

“¿Qué hemos hecho con la música?”, pensaba yo, al tiempo que cogía mi móvil y publicaba un tweet que todavía se puede leer:

No me podía creer que aquellos profesionales que profesan las verdades de la música, estuviesen celebrando cómo habían engañado al público con las mentiras de la música.

Al acabar, el Húngaro y yo nos fuimos a olvidar aquello. Llevábamos todo el día (¡y toda una vida!) luchando por conseguir lo contrario de lo que acabábamos de presenciar. Poco a poco comenzamos a quitar importancia al asunto y conversamos largo y tendido sobre las mentiras y las verdades de la música.

¿Y tú, cómo te posicionas? ¿Crees que el show debe existir en la música clásica, o consideras que se nos ha ido de las manos? Seguramente, todo en su justa medida puede ser positivo, siempre y cuando la música sea en todo momento arte, le pongamos una sotana o un disfraz de payaso. Esté rodeada de colores y estampados o plasmada en un escenario oscuro. Todos debemos disfrutar que la música es oro en sí misma, y cuando ese oro esté bien cuidado, el resto nunca obstaculizará el resultado final.

Mario Mora
Concertista de piano con más de 30 premios nacionales e internacionales. Desde 2014 es profesor en el Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha, año en que también lanzó la plataforma Clásica FM Radio, una proyecto con gran acogida y con un crecimiento muy alentador.
9 Comments
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  • Jose Maria
    18 agosto, 2015 at 16:32

    Hola!

    muy buen post, e interesante. Interesante porque describes una visión de un músico sobre un concierto, un problema que ven aparentemente los músicos (imagino que en España ¿?), y una pregunta, que creo que va dirigido a músicos.

    Es un post difícil de comentar, pero me gustaría comentarlo un poquito, también para conocerme mejor, entender mejor la música, y analizar este post tan difícil.

    Lo primero que me ha venido a la mente al leer el post son mis años adolescentes, cuando escuchaba la expresión: ”el grupo se ha hecho comercial”. Por supuesto que no hablo de música clásica. Pero creo que es y será una discusión que permanecerá siempre en el tiempo. También me recuerda un poco a ciertas investigaciones y su utilizad para la comercialización de sus resultados o su utilidad para la sociedad. Algo sí que tengo claro, que es cosa de dos, los que escuchan (y compran un ticket — el público) y los músicos.

    ¿Estamos en la misma sintonía? Si es así, sigue leyendo. Antes de nada como dejo apuntado al final… es necesario definir el arte, o como el músico entiende el arte. Según se describe parezca que hay que elegir entre lo que le gusta el oyente medio y el arte, como el que ve un bonito lienzo y otro más chocante y difícil pero con más contenido. Así que sigo en esa línea aunque pueda estar equivocado.
    ¿Es quizá entonces es una lucha entre ganarse la vida y el puro arte? No lo sé, pero pienso que es difícil ganarse la vida con puro arte que el resto no entiende, y en gran medida dependerá del nivel de los oyentes. Pero ahí lanzo otra pregunta ¿cuál es el objetivo de un músico cuando actúa? ¿cuáles son para los distintos oyentes?

    Aquí necesitaría ayuda por los motivos que un músico toca, pero para ser escuchado, ganar dinero,… crear arte, imagino. Quizá, yo diría, ganar dinero haciendo harte, pero yo no sé muy bien lo que significa.

    Los oyentes, pues habrá de todo, entre los que quieren disfrutar — y que disfrutarán según las “expectativas y conocimientos del arte”, socializar, aprender… dejo aprender al final, para que quede.

    Así que quizá, a el público todavía le quede por crecer por los motivos que sean, quizá con el tiempo sean más exigentes. Y el músico, o bien se ha adaptado, o no se ha complicado, o no se ha arriesgado, o simplemente necesita hacer “cash”. Yo creo que inevitablemente el artista será valorado, y fue valorado en vuestro caso con las expectativas y sus conocimientos de cada oyente. Y como un mal libro, queda grabado en la memoria y en las críticas.

    Sería muy interesante leer posts extendiendo este artículo. Como una mirada tras los ojos de un músico. Al lector ajeno a las profundidades de la música, estaría bien tener una descripción y una visión de las “verdades de la música”. Las piezas, ¿tienen que ser difíciles? ¿qué son exactamente las gesticulaciones exageradas? La teatralidad es más fácil de entender (pero he de decir que los directores de orquesta parecen muy teatrales, aunque no sé si lo son). ¿Qué es la preparación musical? ¿y el contenido musical? Sería muy interesante un post sobre estos temas.

    Saludos

    • Iván
      18 agosto, 2015 at 22:20

      Me gusta mucho este post y tengo pocas palabras que decir pero concisas.

      Si no te gustó lo que viviste me alegro que hayas conseguido hacerlo conocer y pienso como tú.

      No tienes más que seguir haciendo lo que tú quieras y cómo quieras. La música siempre acaba siendo justa y hace ya tiempo que se hacen músicas nada influyentes a los músicos formados pero sí con un alto carácter comercial, incluso algunas con temáticas antisociales y devastadoras… te podría poner bastantes ejemplos.

      Espero que sigamos contestando y alargar un poco más la discusión.

      Un abrazo

    • Mario Mora
      18 agosto, 2015 at 23:26

      Muchas gracias por tus palabras, José María. Me parece interesantísimo lo que planteas, y tomo nota para hacer las reflexiones que propones en futuros post. Son debates muy abiertos pero creo que es muy importante que los músicos nos paremos a reflexionar sobre ellos para encontrar la respuesta

  • 19 agosto, 2015 at 02:10

    Bueno, es un post que da un punto de vista personal, es decir da sólo tu punto de vista puesto que los que te leemos no sabemos cómo tocaron, que tocaron, etc; etc.
    Aún así y confiando en tu conocimiento musical (dar por hecho que tocaron mentiras musicales) creo que la crítica debe ir más allá de la opinión personal.
    Por ejemplo:1.- ¿cuales fueron las piezas? Aunque sean de aplauso fácil, ¿en verdad son piezas fáciles?, ¿las piezas fáciles no debieran presentarse en conciertos de «artistas de renombre»?
    2.-tienes algún video que muestre cómo tocaron y que puedas hacer una comparativa de cómo debería interpretarse esa música.
    3.-De haber interpretado bien y con un repertorio más difícil ¿te habría molestado que se movieran demasiado?

    Yo creo que está bien ser crítico pero no caer en ser criticón. También pueden leerte personas que no saben a qué te refieres y que pueden pensar que «te molesta» alguna ventaja que esos artistas puedan tener como un mejor foro, más difusión en sus conciertos, mejor pago, etc, etc.

    En fin, aún confiando en tu palabra y sabiendo a que te refieres he querido hacerla de abogado del diablo . Los artistas que has mencionado algo han tenido que hacer bien (por lo menos la coreografía del concierto) y hasta en eso podría tener un mérito aunque no fuera musical pero la gente no solo oye música sino que también la ve.
    En fin un tema de polémica sin duda. Un saludo desde México

    • Mario Mora
      19 agosto, 2015 at 12:57

      Hola Alexis,

      Gracias por tu comentario, es muy interesante lo que dices. En primer lugar, no es un artículo-crítico (o criticón). En ese caso, por supuesto, tendríamos fecha, lugar, intérpretes, programa, etc. Simplemente, con mi sensación en un concierto, quiero abrir un debate para conocer qué piensa la gente, así que gracias por tu reflexión.

      Por otra parte, no estoy criticando exclusivamente los excesivos movimientos, mi reflexión final es que, siempre que la música esté bien cuidada y sea de calidad, el resto de elementos periféricos nunca molestarán en ella. ¿Qué piensas tú?

  • 21 agosto, 2015 at 03:35

    Gracias Mario por tomarte el tiempo de leer y contestar.
    Yo pienso lo mismo que tú. Hay muchos «músicos de grandes curriculums» y que no necesariamente le hacen honor a tanto título que ostentan. Lamentablemente son pocas las personas que frecuentan los conciertos de música de concierto, la mayoría son oyentes ocasionales que no tienen experiencia en escuchar y al no tener esa experiencia, no tienen modo de comparar versiones, pues carecen de dos cosas importantes: formación e información y ambas van de la mano.
    Pero más allá de nuestra postura crítica (que debemos de asumirla) creo que como músicos también no debemos quedarnos ahí, pues ese tipo de conciertos y ese tipo de público va a seguir existiendo. Yo te preguntaría si además de tocar (que lo haces maravilloso) has hecho algún post que nos diga cómo es una pieza mal tocada (sin estilo, interpretación, etc.) y como es una pieza bien tocada (con estilo, interpretación, etc.). Eso ayudaría mucho a oyentes inexpertos (y armaría otro debate entre «los conocedores» pues no falta quien te dirá que tú estas mal, así pasa), pero en general creo que sería mucho más útil.
    Yo hago observaciones muy parecidas a las tuyas cuando escucho conciertos así, me indignan, me desmotivan, etc; pero creo que tenemos que hacer algo más que debate de cafetería.
    Gracias y un saludos desde México.

  • 21 agosto, 2015 at 03:46

    Bueno, por último y para no divagar tanto. Estoy en desacuerdo en que se reemplace cualquier carencia musical con cualquier tipo de elementos, sean movimientos corporales, escenografías, proyecciones multimedia, orquestaciones «espectaculares, efectos de audio alucinantes, etc, etc. Reemplazar NO, realzar y ayudar a disfrutar con los otros sentidos lo que está bien tocado y sin mentiras, estoy de acuerdo en que puedes vestirte de payaso si quieres. 😉

  • 21 agosto, 2015 at 06:02

    Fe de erratas: después de etc. etc debe decir:

    Reemplazar NO. Realzar y ayudar a disfrutar con los otros sentidos lo que está bien tocado SI y sin mentiras, estoy de acuerdo en que puedes vestirte de payaso si quieres pero haciendo antes un trabajo musical 😉

  • Diego
    2 abril, 2016 at 21:01

    Hola, estoy algo inquieto con esta opinión.

    No soy músico, sólo he praticado violín durante 1 año (nada). Ni siquiera puedo distinguir entre un Re y un Re# y me cuesta leer un pentagrama sin equivocarme.

    El punto es que no entendí a qué te refieres con las mentiras y verdades de la música clásica. ¿A qué te refieres? ¿A que se ha convertido en un entretenimiento y ha dejado de ser un arte?

    O ¿te refieres a que el público prefiere ahora escuchar algo de fácil digestión?

    Sinceramente me gustaría que me pudieras contestar. ¿Qué es una verdad de la música clásica y para quién lo es?

    Muchas gracias por tu tiempo y saludos.

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