Música y tecnología: inseparables.
La música y la tecnología han unido muchas veces su camino para mejorar la experiencia de intérpretes y oyentes y para conseguir las más elevadas cotas de calidad y perdurabilidad.
La tecnología en la fabricación instrumental
En la actualidad, es más habitual abordar las ventajas del desarrollo tecnológico para la experiencia musical pero hasta hace relativamente poco el principal ámbito donde música y tecnología se daban la mano era el propio proceso de fabricación de instrumentos. Así, los primeros instrumentos de percusión, de época neolítica o mesolítica (es difícil probar la intencionalidad de crear música), eran de una sencillez estructural notable. En la Edad Antigua se producirá el primer gran desarrollo en este sentido.
Un ejemplo significativo lo encontramos en la Grecia Clásica, con la creación del monocordio (con aplicaciones no solo musicales). También en el Antiguo Egipto y en el área de influencia mesopotámica se había producido un refinamiento considerable con anterioridad. La Edad Media da continuidad a esta tradición, con gran predicamento de los instrumentos de cuerda (en Oriente se seguirá una evolución distinta). Sería en el Renacimiento cuando se daría el siguiente salto cualitativo y en el Barroco cuando surgirían el grueso de los instrumentos actuales.
También te puede interesar:
Reactable, música y tecnología de la mano
La captación de los sonidos
Si evidente es la influencia de la tecnología en la fabricación instrumental, la captación y el almacenamiento de sonidos fue tanto o más revolucionario. La primera grabación de la que se tiene constancia data de 1860, sirviéndose del fonoautógrafo inventado por Leon Scott tres años antes. Ni que decir tiene que se trataba de pasos decisivos pero totalmente ajenos al consumo de masas. De igual modo, la calidad de las grabaciones era más bien discreta. Hasta 2008 no se pudo restaurar grabaciones efectuadas por fonoautógrafos.
La histórica relación de la música y la tecnología Clic para tuitear
En 1877, el fonógrafo de Edison mejora relativamente el proceso de grabación y sienta las bases para avances como el gramófono de 1888. La música llegaría por fin a (algunos) hogares en 1894, con los primeros soportes físicos reproducibles en gramófonos. En las primeras décadas del s. XX el desarrollo sería fulgurante, con los discos de doble cara de Columbia Records (1923) y los discos sencillos para tocadiscos (1949). El popular sonido en estéreo llegaría en 1958 y serviría para popularizar la música de artistas como Elvis Presley, Frank Sinatra o The Beatles.
También te puede interesar:
The Beatles vs The Rolling Stones. ¿Cuál es tu favorito?
La importancia de la innovación
Si algo queda claro tras analizar el largo proceso de perfeccionamiento tecnológico musical es que de una primera y dilatada etapa en la que la tecnología trataba de cubrir necesidades, se ha pasado a otra marcada por la vocación de sorprender e innovar. La innovación es la palabra clave en toda esta evolución, en tanto la búsqueda permanente de mejores soluciones para interpretar y difundir la música ha logrado que esta alcance, por fin, su vocación universal.
Al fin y al cabo, la innovación motivó el lanzamiento de los primeros discos compactos en 1978, el soporte que, pese a su lenta difusión inicial, logró llevar el consumo musical a su máxima expresión a partir de los noventa. En la actualidad, salta a la vista que tecnologías como la reproducción en ‘streaming’ o a través de Internet han roto incluso las barreras físicas para la reproducción de música.
Impresión en 3D, conciertos virtuales, ‘tocar‘ la música con las manos, los insospechados límites de la música electrónica o vanguardista… Los avances de los últimos años son ciertamente impresionantes y nos recuerdan que lo que está por venir es una verdadera incógnita. Así es la música.
Artículos relacionados:
Innovación en la educación musical
Los visionarios del mundo online