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El género chico vive la mayor crisis de toda su historia debido a que ni público, programadores y compositores hacen por rejuvenecer la flor y nata de la música española.
No se le escapa a nadie que la Zarzuela no pasa por su mejor momento. Aún teniendo un gran teatro en Madrid realizando producciones de una belleza indiscutible, el público no responde de la manera esperada. ¿Puede ser problema de educación? Seguro. ¿De comunicación? Bastante probable. Pero hay un factor determinante que apenas se tiene en cuenta en esta “tormenta perfecta”: El repertorio.
Ya el propio Camille Saint-Saëns se preguntó cómo era posible que en España se llamase “Género chico” después de asistir al estreno de La Revoltosa, y es que en otros países siempre se ha valorado mucho la Zarzuela (algo que no ha ocurrido en nuestro país). Con el llamado “teatro por horas” de finales del XIX florecieron las composiciones cortas que dieron lugar a este género, pero con su declive a principios del XX la cosa cambió, quedando solo las grandes en varios actos como la que se estrena esta temporada en el Teatro de la Zarzuela de Pablo Sorozábal.
La #Zarzuela en peligro de extinción Clic para tuitear3030
¿Dónde ha quedado pues el género chico? Lamentablemente ya no hay nuevas composiciones de género chico propiamente dicho, pues ahora todo son operetas o lavados de cara de las zarzuelas clásicas que suelen derivar en cambios en la escena, figurines o el texto sin que en realidad se haga algo verdaderamente útil para reflotar el género. Las producciones no llevan nuevas composiciones en su seno, motivo por el cual esa crítica social, esa sátira tan propia de los pasacalles, habaneras o simplemente los diálogos se ha perdido quizá para siempre.
Como se puede prever, soluciones hay muchas, pasando por una mayor educación en las escuelas para que la gente aprecie la música y con ella a la Zarzuela; también habría que hacer unas buenas campañas de comunicación que hagan del género chico una verdadera atracción turística de la capital – ¿Pack de Hotel + Zarzuela en tu visita a Madrid? – pero sobre todo fomentar que los compositores y libretistas mantengan este género creando nuevas obras que se representen. Ya el tamiz del tiempo se encargará de ajusticiar los El 93 o Nada entre dos platos (zarzuelas olvidadas de Bretón y Chapí) y queden para siempre las nuevas Revoltosas y Verbenas de la Paloma en el repertorio tradicional.