Terapia musical: el poder curativo del sonido
No es la primera vez que hemos abordado las cualidades curativas o paliativas que puede tener la música en algunas dolencias y enfermedades. Como los efectos positivos que se observaban en las enfermas de fibromialgia que se habían sometido a un estudio. En esta ocasión, vamos a hablar de los beneficios de los sonidos sobre enfermedades mentales y que han sido descubiertas por un joven músico.
Violinista, muy interesado en la neurobiología y empeñado en encontrar una cura, así podríamos definir al músico Robert Gupta, que tiene la gran convicción de que el sonido tiene el mismo poder curativo que la medicina tradicional y así lo ha intentado demostrar desde los inicios de su carrera como músico profesional. Su interés por tratar ciertas enfermedades con terapia musical apareció a sus 19 años al poco de llegar a la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, cuando comenzó a dar clases de violín a Nathaniel Anthony Ayers, enfermo de esquizofrenia e indigente en aquel momento y que era un virtuoso del violín. Por cierto que la historia de Ayers ha quedado plasmada en la novela y en la película «El Solista», que en el cine fue protagonizada por Jamie Foxx y Robert Downey Jr.
Tras estudiar música en la Universidad norteamericana de Yale e interesarse por los problemas mentales, Grupta ampliaba su formación universitaria con algunos estudios relacionados con la neurociencia, lo que le ha llevado a realizar investigaciones sobre neurobiología. Por ejemplo, trabajó como asistente en un programa sobre la regeneración neuronal de la médula espina o el Parkinson, en CUNY Hunter College en Nueva York y los Institutos de Medicina Centro de Enfermedades Neurológicas de Harvard, respectivamente.
En sus años como terapeuta y científico ha trabajado con enfermos de esquizofrenia, parkinson, ansiedad, depresión o autistas. Explica que los beneficios de la terapia musical sobre estos pacientes se producen sobre su sistema endocrino, porque baja el nivel de algunas hormonas como el cortisol, por lo que se reduce el estrés. De los casos que ha tratado, ha visto como una persona con parkinson es capaz de controlar sus temblores y otro señor con Alzheimer, que apenas conocía a su familia, conseguía tocar al piano una pieza de Chopin que aprendió cuando era niño.
Afirma que para que todo esto ocurra, es decir para que la música pueda formar parte de las terapias y llegar a curar los pacientes, éstos no pueden ir asustados a las sesiones.
STREET SYMPHONY
Robert Gupta es actualmente el director de la organización sin ánimo de lucro Street Symphony. Esta entidad se dedica a realizar conciertos gratuitos en todo el condado de Los Ángeles (EE.UU.) para los enfermos mentales que se encuentran presos de las cárceles, que no tienen hogar o veteranos de guerra. Además, también celebran eventos para el público en general para ayudar a concienciar a la sociedad de la situación de estos tres grupos sociales.
Estos presos, antiguos soldados y enfermos mentales, suelen sentirse fuera de la sociedad, porque se les ha excluido. Por ello, trabajan para conectar con ellos y que se puedan ver otra vez como personas, aunque sea durante un concierto de música clásica. Califica a todo el grupo de personas que acuden a dar estos recitales de activistas.
La trayectoria de este violinista no sólo se queda en su interés por la neurociencia y la terapia musical. Su carrera como músico comenzaba cuando tenía tan sólo 11 años cuando tocaba por primera vez en solitario con la Filarmónica de Israel y desde entonces ha sido el violín solista en numerosas actuaciones internacionales.
¿Qué te ha parecido la historia de Robert Gupta?