Todas las ofertas de empleo musical
Recibe en tu correo todas las ofertas de empleo y no dejes escapar ninguna oportunidad de trabajar de lo que te gusta, la música.
Acepto la Política de Privacidad
Soy muy amigo del refranero, y para el artículo de hoy nos viene que ni pintado. Cuando las oportunidades escasean hay que estar rápidos para aprovechar las pocas que podemos tener. No obstante no es cuestión de sentarse a esperar a que llegue la ocasión de lograr nuestras metas, de quedarnos en casa esperando a que nos llamen porque ya sabemos lo buenos que somos. Si tienes esa idea en la cabeza siento decirte que estás muy equivocado.
Pero claro, ¿qué es una oportunidad? ¿cómo se consiguen? Ahí no os puedo ayudar, cada uno ha de saber qué acciones pueden ayudarle a lograr sus objetivos y cuáles no, aunque hay una serie de actitudes que pueden ayudarnos a encontrar nuestro camino.
Como suelen decir las madres, en casa nunca pasa nada nuevo. Todo aquello que sea nuevo va a ocurrir fuera, y por fuera me refiero a que tendremos que salir a por ello. Si queremos ser directores tendremos que buscar directores, si nuestra idea es ser compositores a compositores, y si lo que queremos es lograr nuestra plaza de segundo oboe, pues tres cuartos de lo mismo. Es básico comprender que nosotros solos lo tenemos mucho más complicado, y que únicamente la ayuda de otros puede allanar el camino. Por eso hay que ser hábiles y rebuscar, por seguir con los ejemplos anteriores, en la Asociación Española de Directores de Orquesta para acercarnos al sector, en los premios de composición y los eventos como los que organiza la Fundación BBVA para descubrir nuevas tendencias y concursos, o páginas web como musicalchairs y la de la Asociación de Fagotistas y Oboístas de España para conocer el mercado y ver dónde surgen las oportunidades laborales.
Una vez claros los lugares donde podemos encontrar ayuda para lograr nuestras metas es capital relacionarnos con las personas que consideremos guías para alcanzar esos objetivos. Ahí es donde – segundo refrán del día – el que tiene vergüenza, ni come ni almuerza, y hay que lanzarse a la piscina conociendo, hablando y pidiendo ayuda. No hay más secreto y, por lo general, la gente suele responder bien ante un joven que pide consejo – al menos yo nunca me he encontrado con lo contrario -.
Ahora nos queda el último paso, el que nos va a permitir aprovechar la oportunidad: estar preparados. Como dije a los asistentes de #DecideTuFuturo, esto es como estar en la estación sin saber cuándo pasará el tren. Lo único que sabemos es que al vagón sube quien tiene la maleta preparada y el billete en la mano. Y tampoco sabemos cuántos trenes van a pasar, por lo que debemos estar listos para ponernos al borde del andén en cuanto lo veamos asomar al otro lado de la vía. Si no subimos en éste, ¿quién nos asegura que habrá otro que pasará de nuevo?
Hace poco hablaba de que no existe el concepto del genio romántico inspirado por las musas. Lo mismo ocurre con cada uno de nosotros, que salvo casos puntuales no tenemos la plaza esperando con nuestro nombre encima. Hay que trabajar, esforzarse, equivocarse y volver a trabajar para al menos llegar preparado cuando toque demostrar lo que valemos. Si lo dejamos todo para más adelante, si sólo nos preocupamos en estudiar por nuestra cuenta sin relacionarnos con los demás y jamás atendemos a otros que nos piden ayuda sólo estamos poniendo piedras en el camino entre nosotros y nuestra meta.
La ocasión la pintan calva y no hay peor sensación que haber dejado pasar la oportunidad por dormirse en los laureles. A trabajar.